En un ejercicio de reflexión y compromiso social, más de 200 jóvenes participaron en el Primer Concurso de Ensayo “Cultura de Paz”, una iniciativa conjunta de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en México y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), orientada a promover los valores de tolerancia, justicia y resolución pacífica de conflictos entre estudiantes de nivel medio superior.
El certamen, dirigido a integrantes de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) y del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), logró reunir un total de 223 ensayos originales que abordaron temas vinculados con la no violencia, el respeto a la diversidad y el diálogo como herramientas de transformación social.
Los textos fueron evaluados por un comité técnico integrado por especialistas de la UNODC México, la Secretaría de Prevención y Apoyo a la Movilidad y Seguridad Universitaria (SPAMSU), así como por representantes académicos de las Facultades de Derecho y de Filosofía y Letras de la UNAM.
Durante la ceremonia de premiación, realizada en el Auditorio Alfonso Caso de Ciudad Universitaria, se reconoció con el primer lugar a Nairim Cano Hernández, estudiante del CCH Oriente, por su ensayo El Café de la Paz, una propuesta escrita que reflexiona sobre la convivencia en la diferencia y la fuerza del respeto como base para la construcción de entornos pacíficos.
“La cultura de paz es una forma pacífica de resolver nuestras diferencias amando ser diversos, aun sin entender o gustar de nuestras discrepancias, por medio de simplemente respetar y dialogar”, se lee en el texto de Nairim.
El segundo lugar fue otorgado a Alexis Hernández Pedraza, también del CCH Oriente, con el trabajo Poder juvenil en la construcción de un mundo mejor, mientras que Regina Sánchez Nájera, de la ENP 5, obtuvo el tercer sitio con el ensayo El holocausto y su impacto social en la cultura de paz. Además, se entregaron 10 menciones honoríficas a textos destacados por su contenido y análisis.
Durante su intervención, el representante de UNODC en México, Kristian Hölge, resaltó la importancia del pensamiento crítico como motor de cambio, enfatizando que el impulso por una sociedad más equitativa y segura no surge exclusivamente desde instancias gubernamentales o tratados internacionales, sino desde los espacios educativos y la palabra escrita:
“Detrás de cada uno de estos ensayos hay una voz que se pregunta: ¿cómo construir algo mejor? Una sociedad más justa, segura y solidaria no se logra solo desde oficinas o tratados internacionales, se construye desde las aulas y desde el pensamiento crítico y la palabra escrita”, resaltó.
María Dolores Valle Martínez, directora general de la ENP, remarcó la relevancia de fomentar estos espacios de participación juvenil, al igual que el director general del CCH, Benjamín Barajas Sánchez. Ambos coincidieron en que este tipo de iniciativas fortalece valores fundamentales para la vida democrática y el compromiso ciudadano desde edades tempranas.