Con la presencia de más de un centenar de asistentes y una destacada participación artística, dio inicio en Guadalajara el Tour Nacional de la exposición “Corazón Migrante”, una propuesta colectiva que emplea el arte como instrumento de conciencia frente a la migración y los derechos humanos.
La muestra reúne a 28 artistas de diversas disciplinas y recorrerá diferentes ciudades del país durante los próximos dos años, con escalas confirmadas en estados como San Luis Potosí, Ciudad de México, Tijuana, Cozumel, Durango y Baja California Sur, entre otros.
Su propósito es generar una narrativa visual y sonora que acompañe la discusión pública sobre la movilidad humana y los retos que enfrentan quienes cruzan fronteras.

Dirigida por el muralista y activista Enrique Chiu, la iniciativa fue inaugurada con una mesa de diálogo moderada por la promotora cultural Esperanza Loera, quien propició una conversación abierta entre creadores y público sobre el papel del arte en la defensa de los derechos fundamentales y la construcción de una cultura de paz.
Durante la ceremonia también se develó un mural colectivo permanente en la entrada de la galería sede, una pieza simbólica que representa el compromiso social de la exposición.

Bajo la curaduría de Chiu —impulsor del Mural de la Hermandad, considerado uno de los proyectos de arte colaborativo más extensos del mundo—, la obra ofrece una mirada sensible a las historias de vida que configuran los fenómenos migratorios.
“Corazón Migrante no es solo una muestra de arte; es un manifiesto visual y sonoro que busca tocar corazones y despertar conciencia sobre la humanidad que nos une”, afirmó el muralista.

La exposición integra un amplio repertorio de artistas visuales, músicos, actores y promotores culturales como Diego de Erice, Sergio Arau, Marcos Valdés, Dr. Shenka, Claudia Lizaldi, Luis Fernando Peña, Sara Valenzuela, Erik Neville, Brenda Flowers, José Luis Malo, entre otros. La música también tiene un papel destacado, con la participación del flautista David Haro y el compositor Miguel Sevilla.
Desde su génesis, el proyecto parte de una inquietud ética ante las crisis migratorias, particularmente en la frontera México–Estados Unidos, y se propone construir puentes de diálogo entre quienes migran y quienes observan a distancia sus trayectos.

La iniciativa cuenta con el respaldo de patrocinadores como Tequila El Mayoral y El Anforal, que ofrecieron atención gastronómica durante la jornada inaugural.
La exposición se encuentra abierta a instituciones, medios y público general, con la intención de fortalecer una red nacional de colaboración artística y compromiso social. Con cada sede, Corazón Migrante buscará dejar huella no solo estética, sino también cívica.
