En un mensaje conjunto desde el Senado de la República, Ricardo Anaya Cortés, coordinador de los senadores del PAN, lanzó una dura crítica al Gobierno Federal y exigió una investigación profunda sobre los presuntos nexos de figuras de Morena con el crimen organizado, señalando que la información disponible hasta ahora ha sido revelada únicamente por medios periodísticos.
Anaya centró sus declaraciones en la figura de Hernán Bermúdez y sus presuntos vínculos con el cártel denominado “La Barredora”, el cual habría operado con conocimiento previo del entonces gobernador de Tabasco y del expresidente de la República, según la postura del PAN.
El legislador panista remarcó que este caso no debe verse como un hecho aislado, sino como parte de un patrón sistemático.
“Para nosotros es evidente que la manera en la que se ha desbordado el crecimiento del crimen organizado en nuestro país simple y sencillamente no sería posible sin la complicidad de las autoridades”, señaló el senador panista.
El dirigente parlamentario insistió en que el caso de Bermúdez debe investigarse hasta sus últimas consecuencias, haciendo énfasis en que no solo están implicadas autoridades estatales, sino que la responsabilidad podría escalar hasta los más altos niveles del Gobierno Federal.
“Era conocida la relación de Hernán Bermúdez con el crimen organizado desde antes de su nombramiento, tanto por el gobernador como por el entonces Presidente de la República. Necesitamos pasar de información periodística a conclusiones formales y legales”, manifestó.
Ricardo Anaya subrayó que la exigencia del PAN es clara: una investigación exhaustiva e imparcial, “tope donde tope”. El senador advirtió que este tipo de vínculos no son exclusivos del estado de Tabasco, aludiendo a casos similares en Sinaloa, Baja California y Tamaulipas, lo que refuerza, según dijo, la hipótesis de una red más amplia de complicidad entre actores de Morena y organizaciones criminales.
El líder del grupo parlamentario panista también arremetió contra la propuesta de reforma electoral anunciada por la presidenta de la República, la cual calificó como un intento de distracción frente a los escándalos de seguridad, además de una estrategia para ampliar el control gubernamental sobre el sistema democrático.
“No quieren que se hable de los vínculos de Morena con el crimen organizado. No quieren que se hable de la inseguridad ni de la debacle económica, y quieren distraer al país con una reforma electoral que nadie les está pidiendo”, advirtió.
Para Anaya, el objetivo de dicha reforma es claro: controlar al Instituto Nacional Electoral y consolidar un poder hegemónico que ya se extiende, dijo, sobre los tres poderes de la Unión y los órganos autónomos. En ese sentido, anunció que el PAN está preparado para dar la batalla política a fin de impedir que el control total del sistema electoral se concrete.
Otro punto abordado por el senador fue la situación económica del país, específicamente la inminente entrada en vigor de aranceles comerciales el 1 de agosto, los cuales calificó como una amenaza directa al bienestar de las familias mexicanas. Acusó al Gobierno Federal de adoptar una postura de pasividad y renunciar a sus responsabilidades.
“No aceptamos esta actitud de brazos caídos del Gobierno Federal. Les exigimos que hagan todo lo necesario para evitar que esos aranceles entren en vigor. Lo que está en juego no es la economía en abstracto, es la comida, es el transporte, es el empleo de la gente”, enfatizó Anaya.
En relación con las críticas que recibió por su ausencia en la sesión pasada de la Comisión Permanente, Anaya fue directo y transparente. Confirmó que estuvo de viaje con su familia en Estados Unidos, pero aseguró que la posición del PAN ante los temas de seguridad y crimen organizado quedó formalizada desde el 18 de julio.
“Yo no juego a la simulación. La posición formal del Comité Nacional y de los grupos parlamentarios quedó clara por escrito. No estuve en Tokio ni en Europa, estuve en Estados Unidos de vacaciones con mi familia”, afirmó.
Finalmente, el legislador panista cuestionó el encuentro de la presidenta con legisladores estadounidenses en Palacio Nacional, destacando que no ha habido disposición similar para dialogar con la oposición mexicana.
“Jamás se ha reunido con un solo legislador de oposición, pero con legisladores de otros países sí. Quieren aparentar fuera de México que vivimos en una democracia, cuando es una farsa”, concluyó.
Ante el panorama actual, el PAN propondrá una iniciativa para que tanto la presidencia de la Mesa Directiva como la Junta de Coordinación Política del Senado sean rotativas, como sucede en la Cámara de Diputados, a fin de oxigenar la vida institucional y contrarrestar la concentración de poder.