A pocos días del inicio oficial de la temporada de huracanes en el Atlántico, el Caribe cuenta ya con un nuevo centro estratégico para la respuesta ante desastres.
El Gobierno de Barbados, en colaboración con el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) y la Agencia Caribeña para el Manejo de Emergencias por Desastres (CDEMA), inauguró este lunes el Centro Logístico Regional del Caribe.
Ubicado en el Aeropuerto Internacional Grantley Adams, el recinto permitirá el almacenamiento y la distribución inmediata de artículos de socorro en situaciones de emergencia. Su posición geográfica, cercana a las principales rutas terrestres y marítimas, garantiza una rápida movilización de insumos esenciales como alimentos, medicinas y equipos de emergencia.
“Este centro tiene que ver con salvar vidas. Se trata de hacer llegar alimentos y suministros esenciales, incluidos medicamentos, a las personas en un plazo de 48 a 72 horas tras un gran desastre. No está limitado solo a desastres naturales; también servirá para responder a crisis humanitarias”, afirmó la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, durante la ceremonia inaugural.
La instalación comprende 2,500 metros cuadrados de almacén cubierto, 1,600 metros cuadrados de espacio al aire libre y capacidad para almacenar hasta 40 contenedores de 20 pies, además de estanterías con 1,300 palets. Esta infraestructura robusta permitirá una respuesta logística coordinada ante eventos catastróficos.
El proyecto forma parte de una estrategia regional para fortalecer las capacidades de respuesta y reducir los tiempos de atención en situaciones críticas. Según Lola Castro, directora regional del WFP para América Latina y el Caribe, “después de haber visto cuán devastadores pueden ser los huracanes y otros peligros en el Caribe, nos enorgullece contar con este Centro Logístico Regional del Caribe”.
Castro subrayó que esta iniciativa se articula con esfuerzos regionales y globales para mejorar la eficiencia de la asistencia humanitaria y salvar vidas en contextos de vulnerabilidad extrema.
La construcción del centro fue posible gracias a un consorcio de aliados internacionales que incluye al Gobierno de Canadá, la Unión Europea, los Estados Unidos, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y World Food Program USA.
Elizabeth Riley, directora ejecutiva de CDEMA, destacó que el contexto geopolítico actual exige reforzar la autonomía regional. “Los recientes cambios geopolíticos han afectado los canales tradicionales de apoyo a la acción humanitaria, lo que evidencia la alta exposición al riesgo de nuestro sistema.
El sistema CDEMA debe ahora redoblar esfuerzos para lograr una mayor autosuficiencia, fortalecer aún más la capacidad nacional, profundizar la cooperación regional y establecer alianzas nuevas y no tradicionales”, señaló.
El centro operó de manera preliminar durante la emergencia del huracán Beryl en 2024, contribuyendo a la respuesta humanitaria antes de estar completamente terminado. Actualmente, ya se proyecta una segunda fase para establecer un Centro de Excelencia que ofrecerá formación especializada y fortalecerá las capacidades técnicas de los países del Caribe frente a futuras emergencias.