Colectivos de derechos humanos y figuras internacionales, entre ellas la activista sueca Greta Thunberg, anunciaron que una nueva flotilla con ayuda humanitaria partirá desde España el 31 de agosto rumbo a la Franja de Gaza.
La iniciativa forma parte de una movilización que prevé acciones y protestas coordinadas en más de 40 países para denunciar el bloqueo impuesto por Israel al enclave palestino.
En un mensaje difundido en redes sociales, Thunberg explicó que la operación contempla la salida de varias embarcaciones desde puertos españoles y su encuentro posterior con otros navíos procedentes de Túnez y diferentes países.
“El 31 de agosto lanzamos el mayor intento de romper el asedio ilegal israelí sobre Gaza con decenas de barcos que navegan desde España. Nos reuniremos con docenas más el 4 de septiembre navegando desde Túnez y otros puertos”, indicó.
La activista participó previamente en este tipo de esfuerzos. En junio, integró la tripulación del Madleen, barco de la Flotilla de la Libertad que intentó ingresar a Gaza con un cargamento simbólico de ayuda.
La embarcación fue interceptada por fuerzas israelíes y sus doce tripulantes fueron detenidos. Cuatro de ellos, incluida Thunberg, aceptaron la deportación; el resto fue trasladado a un tribunal para la ratificación de las órdenes de expulsión.
Los abogados que representaron a los activistas señalaron que las autoridades israelíes “interceptaron y se apoderaron por la fuerza” de la nave y que “detuvieron a los voluntarios, violando su voluntad y sus derechos fundamentales conforme al derecho internacional”.
Otro episodio reciente se registró el 27 de julio, cuando el Handala, también de la Flotilla de la Libertad, fue abordado por el Ejército israelí a 115 kilómetros de la costa de Gaza.
Entre los tripulantes se encontraba la eurodiputada franco-sueca Emma Fourreau, quien relató en la red social X que, como medida de seguridad, la tripulación arrojó sus teléfonos al mar antes de la intercepción.
De acuerdo con la organización promotora, el Handala transportaba leche de fórmula, pañales, alimentos y medicamentos destinados a la población gazatí.
“Toda la carga era no militar, civil, con el objetivo de ser distribuida directamente a una población que enfrenta una hambruna deliberada y un colapso médico bajo el bloqueo ilegal de Israel”, afirmó el colectivo.