El Gobierno de México presentó este martes una estrategia integral de rescate financiero para Petróleos Mexicanos (Pemex), con la cual se busca fortalecer su liquidez, reducir su carga fiscal y garantizar su operación sin apoyo presupuestario a partir de 2027.
El anuncio fue encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo durante la conferencia matutina celebrada en Palacio Nacional.
De acuerdo con el secretario de Hacienda y Crédito Público, Édgar Amador Zamora, el plan está conformado por tres pilares: ajustes en el régimen fiscal aplicable a la empresa, un nuevo programa denominado Petróleo para el bienestar y una ruta de financiamiento respaldada por la banca pública y privada.
Esta estrategia, explicó, responde al incremento sostenido de la deuda de Pemex durante gestiones anteriores, que estimó en un aumento del 130 por ciento.
“La contramedida representa una solución al descuido en que se mantuvo a Pemex durante las gestiones presidenciales del periodo neoliberal”, indicó Amador Zamora.
En este contexto, el titular del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), Jorge Mendoza, detalló que se pondrá en marcha un fondo de inversión por 250 mil millones de pesos.
Este capital provendrá de una colaboración entre la banca de desarrollo —incluyendo a Banobras, Nafin y Bancomext—, la banca comercial y el sector inversionista, con garantía del gobierno federal. El objetivo es canalizar recursos a proyectos estratégicos y cubrir obligaciones con proveedores.
“El propósito es salvaguardar la estabilidad financiera de la empresa y ofrecer certidumbre y capacidad operativa”, afirmó Mendoza.
Por su parte, la secretaria de Energía, Luz Elena González, puntualizó que el plan contempla una temporalidad definida. Según sus declaraciones, la intervención fiscal concluiría en 2027, fecha en la que se espera que Pemex alcance una estabilidad que le permita operar sin requerir nuevos rescates financieros.
“El sostenimiento fiscal de Pemex está contemplado para su finalización hacia el año 2027”, advirtió González.
En relación con los ajustes operativos de la empresa, el director general de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, explicó que se busca asegurar su viabilidad mediante tres acciones clave: la distribución internacional de excedentes de hidrocarburos, la modernización de plantas tratadoras en el Golfo de México y la atención prioritaria a los yacimientos maduros con actividad decreciente.
“La institución buscaría la distribución en el extranjero de hidrocarburos que excedan el límite de barriles producidos, garantizando la viabilidad a corto y mediano plazo mediante la restitución de reservas, el mejoramiento de las plantas tratadoras con sede en el Golfo de México y poniendo un freno a la disminución de los yacimientos maduros”, sostuvo Rodríguez Padilla.
Según el funcionario, la empresa mantiene actualmente una participación dominante en la producción nacional de hidrocarburos, con entre el 92 y el 95 por ciento del volumen total, y procesa en promedio 1.8 millones de barriles diarios.
Durante su intervención, la presidenta Sheinbaum subrayó que esta cifra obedece a una política energética centrada en la sostenibilidad y el uso responsable de los recursos naturales.
Señaló que su administración ha priorizado una revisión técnica exhaustiva del estado financiero y operativo de la paraestatal, con el objetivo de consolidarla como una empresa rentable y autosuficiente.
“La producción diaria de 1.8 millones de barriles obedece a una política donde desempeña un papel importante la transición energética de la nación y su compromiso ambiental”, subrayó la presidenta.
Además, destacó que el nuevo modelo de gestión ha permitido reducir de manera significativa el saldo de la deuda que arrastraba Pemex, como resultado de un rediseño financiero basado en disciplina fiscal y responsabilidad presupuestaria.
“La amortización de las deudas contraídas por Petróleos Mexicanos sufrió una reducción de casi 300 mil millones a 140 mil millones de pesos”, comentó Sheinbaum.
En ese mismo tenor, la mandataria aseguró que el rediseño fiscal y financiero de Pemex no implica una renuncia a los compromisos ambientales ni al proceso de transición energética. Subrayó que el objetivo de su gobierno es consolidar a la empresa como una entidad estratégica del Estado, con capacidad para contribuir al desarrollo nacional sin depender del erario público.
“Pemex seguirá siendo una empresa pública, fuerte y estratégica para el desarrollo del país. No se trata solo de sanear sus finanzas, sino de asegurar su lugar como motor de desarrollo nacional”, expresó.
El gobierno federal sostiene que esta iniciativa forma parte de una visión a largo plazo para consolidar a Pemex como una empresa moderna, solvente y con capacidad operativa plena.
La expectativa oficial es que, una vez superado el periodo 2025–2026 —caracterizado por altos vencimientos de deuda—, la petrolera pueda financiar sus compromisos con ingresos propios, sin necesidad de apoyo directo por parte de la Secretaría de Hacienda.
El anuncio fue acompañado por integrantes del gabinete económico y energético, así como directivos de Pemex y representantes de la banca de desarrollo, quienes coincidieron en que el plan presentado es viable, estructurado y necesario para fortalecer a una de las principales empresas del Estado mexicano.