La nave Starship, desarrollada por SpaceX como parte del ambicioso proyecto de colonización de Marte, logró alcanzar la órbita terrestre en su noveno vuelo de prueba, pero terminó desintegrándose sobre el Océano Índico luego de perder combustible, según confirmó la empresa aeroespacial liderada por Elon Musk.
El despegue se llevó a cabo la tarde del martes desde Starbase, la base espacial situada cerca de Brownsville, en la frontera con México. A las 19:37 horas locales (23:30 GMT), Starship inició su ascenso tras una breve pausa en la cuenta regresiva.
El cohete, de 121 metros de altura, estaba compuesto por dos secciones: el propulsor Super Heavy —con 33 motores Raptor— y la nave Starship como segunda etapa. Esta prueba representaba la primera reutilización del propulsor tras un ensayo anterior.
La separación de etapas se realizó con éxito, marcando una mejora frente a vuelos previos en los que las misiones terminaron en explosión poco después del lanzamiento. Sin embargo, cerca de las 20:32, SpaceX perdió contacto con la nave mientras orbitaba la Tierra, aparentemente con su sistema de orientación comprometido.
Starship’s ninth flight test marked a major milestone for reuse with the first flight-proven Super Heavy booster launching from Starbase, and once more returned Starship to space → https://t.co/Gufroc2kUz pic.twitter.com/RNJkj5OobP
— SpaceX (@SpaceX) May 28, 2025
Dan Huot, portavoz de SpaceX, explicó durante la transmisión en directo que el fallo se debió a “fugas” de combustible que afectaron el control de altitud, fundamental para la reentrada atmosférica. Además, el cohete no logró abrir el portón que permitiría desplegar satélites simulados de Starlink, uno de los objetivos clave del vuelo, junto con la evaluación de los escudos térmicos de la nave.
El propio Elon Musk, en su cuenta de X, destacó el avance logrado al alcanzar la separación de etapas, pero reconoció que “la fuga de combustible provocó una pérdida de presión en el tanque que desembocó en su fracaso”.
“Como si el vuelo no fuera lo suficientemente emocionante, el Starship ha experimentado un rápido desmontaje imprevisto”, publicó SpaceX en la misma red social.
As if the flight test was not exciting enough, Starship experienced a rapid unscheduled disassembly. Teams will continue to review data and work toward our next flight test.
— SpaceX (@SpaceX) May 28, 2025
With a test like this, success comes from what we learn, and today’s test will help us improve Starship’s…
La empresa subrayó que cada prueba representa un paso hacia una mayor fiabilidad del cohete. A pesar del incidente, Musk se mostró optimista sobre el futuro del proyecto y adelantó que los próximos tres vuelos de prueba se llevarán a cabo con mayor frecuencia, a razón de uno cada tres o cuatro semanas.
En declaraciones previas al lanzamiento, el empresario reiteró su visión de utilizar Starship para llevar humanos a Marte.
“Lo más importante son los datos para mejorar el diseño de las placas” en futuras versiones del cohete, dijo en una entrevista con Ars Technica.
La Administración Federal de Aviación (FAA) confirmó la existencia de una “anomalía” durante el vuelo, aunque aseguró que no se reportaron daños materiales ni víctimas. El organismo indicó que colabora con SpaceX en la investigación del incidente y recordó que la empresa cuenta con autorización para realizar hasta 25 vuelos de prueba anuales, a pesar de las críticas de organizaciones ambientalistas.