BYD, el fabricante chino que compite con Tesla por el liderazgo global en movilidad eléctrica presentó este martes una tecnología que promete acortar los tiempos de carga de sus vehículos a apenas —5 minutos para obtener hasta 400 kilómetros de autonomía—, equiparando el proceso al repostaje de un automóvil de combustión.
La Super e-Platform 3.0, es una arquitectura eléctrica de última generación, que opera con un sistema de 1.000 voltios y alcanza una potencia máxima de carga de 1 megavatio (1.000 kW), superando a competidores como el NIO ET9 (600 kW).
Según la compañía, esto se logra gracias a una batería con un canal iónico que permite corrientes de hasta 1.000 amperios, chips de carburo de silicio (SiC) capaces de soportar 1.500 voltios y una tasa de recarga de 10C.
Los primeros modelos en integrar esta plataforma serán el sedán Han L y el SUV Tang L, actualmente destinados al mercado chino. Ambos incluyen un motor de 580 kW (789 CV) que alcanza 30.000 revoluciones por minuto, permitiendo velocidades superiores a 300 km/h. En pruebas internas, el Han L registró 470 km de autonomía tras 5 minutos de carga, según datos de BYD.
Wang Chuanfu, presidente ejecutivo del grupo, enfatizó que el objetivo es eliminar la ansiedad por la carga y que enchufar un eléctrico sea tan rápido como llenar un tanque de gasolina.
Para respaldar su tecnología, BYD anunció un plan para instalar 4.000 estaciones de carga en China con potencias de 1.360 kW, además de un sistema de “carga dual” que actualiza cargadores rápidos existentes a capacidades de megavatios. La empresa también destacó su sistema de asistencia al conductor—“God’s Eye”—ahora estándar en la mayoría de sus modelos, incluidos los de gama económica.
Este sistema se basa en una combinación de cámaras, radares y sensores LiDAR para proporcionar una percepción completa del entorno del vehículo. Asimismo, ofrece asistencia avanzada, como el estacionamiento automatizado y la adaptación de la velocidad de crucero.
Además, “God’s Eye” tiene la capacidad de aprender los hábitos de conducción del usuario y predecir el tipo y nivel de habilidad de un nuevo conductor que tome el control del vehículo. La integración de inteligencia artificial en el sistema también permitirá mejorar las funciones activadas por voz y optimizar algunas tareas de asistencia a la conducción.
BYD obtuvo un fuerte crecimiento reciente, con un aumento de ventas de 161% en febrero en China. Analistas como Lei Xing señalan que la compañía —está redefiniendo las reglas del juego— en electrificación.