ONU inicia reformas estructurales para reducir costos y modernizar su funcionamiento

El plan contempla una reducción significativa del presupuesto, con un recorte estimado del 20% en algunas áreas operativas, especialmente en los departamentos de asuntos políticos y mantenimiento de la paz, mediante la eliminación de funciones duplicadas.

Frente a un panorama internacional marcado por tensiones financieras y múltiples desafíos globales, el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, presentó una ambiciosa estrategia de reformas estructurales destinada a modernizar el funcionamiento del sistema multilateral, mejorar su eficacia y reducir sus costos operativos. 

En una reunión informativa con los Estados Miembros en la sede del organismo en Nueva York, Guterres delineó los principales ejes de la Iniciativa ONU80, lanzada en marzo pasado. Esta iniciativa se centra en tres frentes: eficiencia operativa, revisión de la ejecución de mandatos y transformación estructural a largo plazo. 

“Son tiempos de peligro, pero también son tiempos de profundas oportunidades y obligaciones. La misión de las Naciones Unidas es más urgente que nunca”, expresó Guterres.

Asimismo, subrayó la necesidad de adaptar el sistema multilateral a las exigencias del momento. 

Ajustes Presupuestarios y Reorganización Institucional 

El plan contempla una reducción significativa del presupuesto, con un recorte estimado del 20% en algunas áreas operativas, especialmente en los departamentos de asuntos políticos y mantenimiento de la paz, mediante la eliminación de funciones duplicadas.

Además, se centralizarán las actividades antiterroristas dispersas en distintas dependencias dentro de la Oficina de Lucha contra el Terrorismo, y se prevé reubicar personal desde destinos de alto costo hacia localizaciones más económicas. 

“Puede que haya costes inmediatos y puntuales derivados de la reubicación del personal y de las posibles indemnizaciones por despido”, reconoció Guterres.

A su vez, justificó que la reestructuración permitirá disminuir gastos estructurales y administrativos a largo plazo. 

Indicó que un grupo de trabajo de alto nivel, encabezado por la Secretaria General Adjunta Catherine Pollard, está elaborando un nuevo modelo operativo basado en la consolidación de funciones, mayor automatización, digitalización de procesos y reubicación estratégica de servicios. 

Evaluación de la Ejecución de Mandatos 

El secretario manifestó que otra línea de trabajo se centra en analizar cómo se están ejecutando los mandatos actualmente en vigor, sin alterar su contenido, ya que dicha facultad recae en los Estados miembros. Según Guterres, un estudio preliminar identificó más de 3,600 mandatos solo en la Secretaría General, lo que representa una carga operativa considerable, especialmente para los países con menos recursos técnicos y financieros. 

“Sobre la base de este trabajo, los Estados miembros tal vez deseen considerar la oportunidad de llevar a cabo ellos mismos una revisión de los mandatos”, propuso el Secretario General, destacando la complejidad que implica atender esta multiplicidad de tareas. 

Propuestas Estructurales y Nuevas Agrupaciones Funcionales 

La tercera línea de acción abarca reformas estructurales de fondo. Hasta la fecha, altos funcionarios de la organización han presentado cerca de 50 propuestas iniciales, que están siendo evaluadas por siete grupos especializados en áreas clave: paz y seguridad, desarrollo, derechos humanos, ayuda humanitaria, formación, investigación y organismos especializados. 

Estas agrupaciones buscan identificar funciones superpuestas y proponer soluciones integradas que permitan una mayor coherencia y eficiencia entre las distintas agencias y departamentos del sistema de Naciones Unidas. 

Contexto Financiero: Crisis de Liquidez Sin Resolver 

Aunque estas reformas están diseñadas para mejorar el rendimiento del sistema, Guterres fue claro al afirmar que no constituyen una respuesta directa a la crisis de liquidez que enfrenta actualmente la organización. Esta crisis, dijo, responde al incumplimiento en el pago de las cuotas por parte de los Estados miembros. 

“La crisis de liquidez está causada por un simple hecho: los atrasos. Resolveremos la crisis de liquidez si los países pagan íntegra y puntualmente sus cuotas”, explicó el Secretario General. 

Hasta el 30 de abril, solo se había recibido poco más de la mitad del presupuesto ordinario aprobado para 2025, equivalente a 1,800 millones de dólares de un total de 3,500 millones. Estados Unidos encabeza la lista de deudores con 1,500 millones, seguido por China con 597 millones, y Rusia con 72 millones. México y Venezuela adeudan 38 millones cada uno. 

A ello se suma un déficit de 2,700 millones de dólares en el presupuesto para operaciones de mantenimiento de la paz —que opera con un calendario fiscal distinto— y 79 millones más en el fondo destinado a los Tribunales Internacionales. 

Compromiso con la Consulta y el Personal 

Guterres aseguró que este proceso de transformación se desarrollará en diálogo continuo con los Estados miembros, quienes recibirán informes periódicos y propuestas específicas para su análisis y eventual adopción. También afirmó que se han iniciado consultas con el personal y sus representantes para abordar cualquier efecto que implique la reestructuración. 

“Nuestra preocupación es ser humanos y profesionales al tratar cualquier aspecto de la reestructuración requerida”, enfatizó el líder de Naciones Unidas. 

La Iniciativa ONU80 prevé que los primeros resultados se reflejen en las proyecciones presupuestarias revisadas para 2026. Los cambios más complejos y que requieran mayor análisis serán presentados en 2027.

Guterres concluyó que este proceso representa una “oportunidad significativa” para fortalecer la capacidad del sistema multilateral y responder con mayor eficacia a las demandas de la comunidad internacional. 

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