Cientos de mexicanos radicados en Nueva York se congregaron en una emotiva vigilia para rendir homenaje a los cadetes América Yamileth Sánchez, de 20 años, y Adal Jair Marcos, de 23, quienes perdieron la vida tras el accidente del buque escuela Cuauhtémoc, ocurrido el sábado pasado al impactar contra el puente de Brooklyn.
La ceremonia se llevó a cabo en las inmediaciones del lugar del siniestro, bajo la lluvia y entre música de mariachi, oraciones y muestras de solidaridad.
El evento fue organizado por la Academia de Mariachi Nuevo Amanecer y contó con la presencia de autoridades locales, como el comisionado de Inmigración de la Alcaldía de Nueva York, Manuel Castro, y el comisionado del Departamento de Transporte, Ydanis Rodríguez.
“El Cuauhtémoc era un símbolo para todos”, afirmó Castro, de origen mexicano. Por su parte, Rodríguez expresó que “hoy toda Nueva York es mexicana”.
Durante la ceremonia, decenas de asistentes portaron banderas de México y depositaron coronas florales junto a una gran pancarta con imágenes de los dos cadetes fallecidos y del buque.
“El Cuauhtémoc volverá más fuerte a surcar estas aguas (…) Que viva México y que vivan los marineros”, se escuchó entre los presentes.
También participaron líderes religiosos, como el sacerdote Fabián Arias, pastor de la congregación hispana de Saint Peter’s Church y defensor de los derechos migrantes, y el reverendo César Cruz, de la Iglesia Apostólica de Manhattan. Ambos ofrecieron palabras de consuelo, así como lecturas bíblicas y un minuto de silencio.
Los mariachis interpretaron canciones tradicionales como “México lindo” y “Amor eterno”, en un homenaje musical que buscó consolar a la comunidad y honrar la memoria de los jóvenes marinos.
El cónsul interino de México en Nueva York, Joaquín Gerardo Pastrana Uranga, señaló que el buque Cuauhtémoc continuará su viaje una vez concluidas las reparaciones y que su regreso a México está previsto para noviembre. “Con mucha tristeza”, recordó que desde el consulado se habían preparado para recibir al barco, ya que representaba “un regalo a la comunidad mexicana” y llevaba “un mensaje de buena voluntad” en “tiempos difíciles”.
El accidente ocurrió mientras el buque zarpaba de Nueva York hacia su siguiente destino, Islandia, como parte de su misión de formación naval y diplomacia pública. En ese momento, se encontraban a bordo poco más de 180 personas. Además de los dos fallecidos, el incidente dejó 22 heridos, de los cuales dos continúan hospitalizados en Nueva York.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos inició una investigación sobre el suceso. Se espera que el informe preliminar esté disponible en un plazo de 30 días. La Secretaría de Marina de México confirmó que un piloto portuario de Nueva York estaba a cargo de las maniobras del buque al momento del accidente.
Con información de EFE