En Chiapas, comunidades rurales y pueblos originarios están implementando modelos productivos sostenibles que integran conservación ambiental, bioeconomía y equidad de género.
Estas acciones, respaldadas por agencias de las Naciones Unidas, fueron presentadas en Villa Corzo como parte de los Diálogos Multiactor rumbo al nuevo Marco de Cooperación de la ONU en México 2026–2031.
En este contexto, la ONU, dio a conocer el proyecto Redes de Emprendimiento Sostenible y Negocios Inclusivos Sensibles al Género, implementado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), con acompañamiento técnico de la FAO.
Esta iniciativa se desarrolla en el Área de Protección de Recursos Naturales La Frailescana, en el sur del estado. De acuerdo con datos de la organización, más de 1,700 personas productoras participan actualmente en esta red, entre ellas 648 mujeres.
Las actividades incluyen la producción de café agroecológico bajo sombra, apicultura y meliponicultura, todas orientadas a fortalecer medios de vida sostenibles con respeto a los ecosistemas y reconocimiento de los saberes comunitarios.
Uno de los colectivos participantes, Yutsil K’inal, compartió su experiencia en la producción de café en zonas de recarga hídrica, mientras que el proyecto Miel FrailesCana expuso cómo ha logrado ampliar su portafolio de productos apícolas y mejorar sus procesos de comercialización a través de capacitaciones continuas.
Durante su intervención, Lina Pohl, representante de la FAO en México, destacó la relevancia del trabajo conjunto entre comunidades, gobiernos y agencias internacionales.
“Este recorrido en Chiapas es un poderoso recordatorio de que la conservación y la justicia social pueden caminar juntas”, afirmó.
Posteriormente, subrayó el papel de las comunidades locales como agentes clave en la protección ambiental, cuando cuentan con condiciones adecuadas de desarrollo.
“Cuando las comunidades rurales tienen acceso a medios de vida sostenibles, con igualdad de género y acompañamiento técnico, se convierten en los principales aliados en la protección de los ecosistemas”, indicó.
El encuentro se llevó a cabo como parte del proceso de planeación estratégica para definir las prioridades compartidas entre el Sistema de Naciones Unidas y el Gobierno de México durante el periodo 2026–2031. El nuevo Marco de Cooperación será la guía para la acción de 25 agencias, fondos y programas de la ONU en el país.
Este instrumento se estructurará con base en cuatro pilares: medio ambiente y cambio climático; economía inclusiva y resiliente; gobernanza y estado de derecho; e inclusión social e igualdad sustantiva. Todos ellos con enfoques transversales de género, juventudes, pueblos indígenas y derechos humanos.
En representación del Sistema de la ONU, Peter Grohmann, Coordinador Residente en México, enfatizó la necesidad de comprender a fondo las realidades locales para fortalecer la colaboración internacional.
“Venimos a escuchar. A conocer mejor las prioridades de México, especialmente las necesidades de las comunidades”, expresó.
Al mismo tiempo, puso en valor la articulación técnica de las agencias participantes.
“Y a compartir con ustedes la experiencia de trabajo conjunto entre las distintas agencias de Naciones Unidas. Este ejercicio colectivo es clave para apoyar al país desde nuestras distintas especialidades”, puntualizó.
Por parte del Gobierno federal, la Secretaría de Relaciones Exteriores estuvo representada por la Embajadora Graciela Gómez, directora general de Vinculación con Organizaciones de la Sociedad Civil.
En su intervención, reconoció la importancia de coordinar a las comunidades con los tres niveles de gobierno y organismos internacionales, a través de proyectos que conjuguen enfoque territorial, perspectiva de género y bioeconomía.
El evento también contó con la presencia de representantes de la Secretaría de Agricultura del Estado de Chiapas, la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), y de agencias del Sistema ONU como la OIM, ACNUR, UNICEF, UNOPS, OIT y ONUDI.
Desde su rol como agencia especializada en alimentación y desarrollo rural, la FAO reafirmó su compromiso de seguir impulsando acciones en territorios con mayor rezago mediante enfoques participativos, articulación de saberes tradicionales e innovación tecnológica.
El modelo implementado en La Frailescana busca integrarse a una visión más amplia de sostenibilidad que responda a los principios del Marco Estratégico de la FAO: mejor producción, mejor nutrición, mejor medio ambiente y mejor calidad de vida. Asimismo, contribuye directamente al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.