Tras la decisión del Instituto de Movilidad y Accesibilidad de Nuevo León de abandonar el esquema de pago por kilómetro recorrido en el sistema de transporte público, la diputada local Lorena de la Garza reafirmó su postura crítica contra dicho modelo, al que calificó desde un inicio como ineficaz y perjudicial para los usuarios.
La legisladora, quien preside el Congreso del Estado, señaló que esta medida confirma las advertencias realizadas durante la implementación del modelo. Aseguró que el pago por kilómetro carecía de enfoque social y generó consecuencias negativas para miles de usuarios del transporte urbano.
“Desde el inicio señalé que lo importante no era pagar por kilómetros recorridos, sino por personas transportadas. Este cambio confirma lo que advertimos: fue una ocurrencia más que no funcionó. Y lo más grave es que esperaron hasta que el sistema estuviera colapsado para reconocerlo”, declaró De la Garza.
Criticó además la falta de apertura del gobierno estatal para escuchar a expertos y a sectores de la sociedad que, como ella, se manifestaron en contra de esa política. Acusó a la administración de Samuel García de tomar decisiones sin planificación ni consenso, afectando directamente a los ciudadanos.
“No han entendido que el poder es para servir a la gente, no para beneficiarse entre ellos. Han gobernado con improvisación, encerrados en su burbuja, y las consecuencias las pagan las familias”, expresó.
De la Garza recordó que durante las discusiones en el Congreso alertó que la eliminación de subsidios y la falta de incentivos para los concesionarios derivaría en la salida de unidades del servicio, lo cual, dijo, se cumplió y agravó la crisis de movilidad.
“Y así fue. La crisis de transporte se agravó, y miles de usuarios quedaron varados día tras día”, agregó.
A su juicio, el fracaso del modelo evidencia una desconexión entre el discurso gubernamental y la realidad que enfrentan los habitantes de Nuevo León. Consideró que el lema de un “nuevo Nuevo León” se ha quedado en una promesa sin sustento.
“Lo lamentable es que el gobernador nos vendió un ‘nuevo Nuevo León’, pero se alejó de los problemas de las familias, olvidó su compromiso con la gente y usó el poder para servirse a sí mismo. Las familias de Nuevo León no merecen tener el transporte más caro y la peor movilidad del país”, concluyó.
Finalmente, reiteró su compromiso con una política de movilidad centrada en las personas y no en fórmulas improvisadas que, dijo, terminan afectando la calidad de vida de la población.
“Seguiré alzando la voz cada vez que se impongan medidas que lastiman a la ciudadanía. Porque Nuevo León merece estrategia, no ocurrencias”, subrayó la diputada.