La Fiscalía General de la República (FGR) reveló una serie de irregularidades en el manejo del caso del Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, por parte de la fiscalía estatal.
Durante una conferencia de prensa este 19 de marzo, Alejandro Gertz Manero, titular de la FGR, detalló fallas en las inspecciones realizadas en septiembre y octubre de 2024, que habrían obstaculizado la investigación sobre presuntos crímenes vinculados al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Según el informe presentado, la Fiscalía de Jalisco no realizó una inspección exhaustiva del predio, omitió el registro adecuado de prendas y calzado abandonados, y no procesó correctamente tres vehículos, los cuales, posteriormente, fueron robados.
Además, no se identificaron huellas dactilares ni se analizaron restos para determinar su antigüedad o relación con actividades crematorias.
“No se realizó la exploración total del lugar, ni la identificación de las huellas dactilares”, afirmó el fiscal.
Gertz Manero subrayó que, tras las revisiones iniciales, el sitio quedó sin protección, permitiendo su deterioro.
Asimismo, el fiscal señaló que se habían encontrado declaraciones similares en investigaciones locales previas que no fueron incorporadas al expediente del caso actual, lo que debería haberse hecho de manera obligatoria. Esta omisión resaltó fallas en el manejo de la información y la coordinación entre las distintas autoridades.
“En un caso, elementos de la policía de Tala, cercana al lugar, encabezados por su jefe, operaron de esa manera y uno de ellos se encuentra ya detenido. Declaraciones semejantes se han encontrado en carpetas locales, que no fueron integradas a la investigación de este caso como era obligatorio”, señaló Gertz Manero.
Además, indicó que declaraciones de sobrevivientes indicaban que el rancho funcionaba como centro de adiestramiento del CJNG, donde los reclutas dejaban sus pertenencias antes de uniformarse.
“Tampoco se le dio seguimiento cabal a las declaraciones de una de las víctimas respecto a que las prendas de vestir que ahí se encontraron eran de las personas que los delincuentes habían reclutado y adiestraban en ese sitio, y por ello, dejaban su ropa para uniformarse y equiparse de conformidad con las características tácticas de dicho cártel delictivo”, afirmó.
La FGR solicitó a la fiscalía jalisciense entregar de inmediato los peritajes definitivos y toda la documentación relacionada. Además, anunció la posibilidad de colaborar con laboratorios internacionales y la UNAM para análisis físicos y químicos que esclarezcan el uso del lugar.
En contexto, el Rancho Izaguirre llamó la atención pública a inicios de marzo, cuando el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, guiado por un testimonio anónimo, halló restos humanos, prendas y posibles crematorios clandestinos. Este descubrimiento contrastó con el operativo del 20 de septiembre de 2024, donde autoridades estatales y la Guardia Nacional aseguraron el lugar sin reportar hallazgos relevantes.
La presidenta Claudia Sheinbaum reiteró la autonomía de la FGR en el caso, mientras que Ceci Flores, líder de Madres Buscadoras, instó a no minimizar los hechos.
“No se puede permitir que jueguen con nuestro dolor, nuestros hijos sí existen; nuestro amor es tan verdadero como el horror que se vivió en ese lugar”, señaló Flores.
La FGR manifestó que mantendrá abierta la investigación, incluyendo posibles omisiones de funcionarios y vínculos entre autoridades locales y el crimen organizado. Se prevé que este jueves 20 de marzo se permita el acceso de medios al sitio para transparentar el proceso, según manifestó Gertz Manero.
