La presidenta Claudia Sheinbaum informó este lunes que las autoridades federales y estatales mantienen comunicación para determinar si es necesario que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga el caso del crematorio clandestino descubierto en el Rancho Izaguirre, ubicado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco.
El lugar, presuntamente utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), habría funcionado como un centro de adiestramiento y exterminio.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum destacó que el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, está en contacto con Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC), y con la FGR para evaluar la situación.
“El gobernador está muy involucrado en esto y está en comunicación con las autoridades federales para revisar si es necesario que el caso sea atraído”, señaló la mandataria.
El hallazgo, calificado como “terrible” por Sheinbaum, incluye cinco lotes de restos óseos fragmentados, 400 prendas de vestir y 96 casquillos de diversos calibres. Además, se localizaron tres hornos que presuntamente eran utilizados para la cremación ilegal de cuerpos, un método atribuido al CJNG para desaparecer evidencias de sus crímenes.
El Rancho Izaguirre ya había sido intervenido en septiembre de 2023, cuando se detuvieron a 10 personas y se encontró el cuerpo sin vida de un civil. Sin embargo, el pasado 5 de marzo, integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco ingresaron al lugar y documentaron que los sellos de aseguramiento estaban rotos.
Durante una nueva inspección, se descubrieron más restos óseos ocultos bajo una losa de ladrillo. Sheinbaum cuestionó por qué el predio no fue resguardado adecuadamente después de la primera intervención y enfatizó la necesidad de investigar si hubo omisiones por parte de las autoridades estatales.
“Corresponde al Gabinete de Seguridad, a las fiscalías y, en su momento, al Poder Judicial determinar qué ocurrió y por qué no se aseguró el lugar”, afirmó.
La Fiscalía de Jalisco confirmó que el sitio había sido intervenido en dos ocasiones en los últimos cinco meses. En enero, se identificó como un centro clandestino de entrenamiento del crimen organizado, y en marzo se localizaron los hornos y nuevos restos óseos. Las investigaciones continúan para determinar a cuántas personas corresponden los restos encontrados.