El artista mexicano Gerardo Ortiz aceptó, ante un tribunal federal de Estados Unidos, su responsabilidad en un delito de conspiración por realizar transacciones con Jesús Pérez Alvear, promotor designado como narcotraficante bajo la Ley Kingpin.
La admisión forma parte de un acuerdo con la Fiscalía del Distrito Central de California, que investiga presuntos vínculos entre la industria musical y el crimen organizado, según detalló la revista Rolling Stone.
Detalles del caso
De acuerdo con Rolling Stone, Ortiz ofreció 19 conciertos para Pérez Alvear entre 2018 y 2020, a pesar de que el FBI le advirtió, en 2018, sobre los nexos del promotor con cárteles mexicanos. Alexander Schwab, fiscal federal adjunto, declaró que estos eventos habrían servido para lavar dinero de grupos narcotraficantes.
El caso se enmarca en el juicio contra Ángel Del Villar, fundador de Del Records —sello que lanzó la carrera de Ortiz—, acusado de violar la misma ley al facilitar contratos entre el cantante y Pérez Alvear. Testimonios revelaron que Del Villar insistió en mantener la colaboración tras la notificación del FBI. En este sentido, según la revista estadounidense, Ortiz cooperará como testigo en el proceso contra el ejecutivo.
La ley Kingpin y su alcance
La normativa, creada en 1999, permite al gobierno estadounidense congelar activos y prohibir transacciones con individuos o entidades vinculadas al narcotráfico. Su violación conlleva multas, confiscación de bienes y hasta 30 años de prisión.
La Fiscalía ha aplicado esta ley a figuras como el exfutbolista Rafael Márquez y el cantante Julión Álvarez, designados por presuntamente actuar como testaferros de redes de drogas.
Sin embargo, en octubre de 2017, las sanciones impuestas a Márquez fueron levantadas, lo que permitió al exfutbolista recuperar el acceso a sus bienes y continuar su carrera, tras haber negado consistentemente cualquier vínculo con actividades ilícitas. Ortiz es el primer artista en declararse culpable formalmente en un caso relacionado.
Antecedentes de Ortiz
En 2016, el intérprete fue arrestado en México por apología del delito en su video Fuiste Mía, acusado de glorificar la violencia. Autoridades mexicanas archivaron el caso, pero resaltaron la polémica sobre letras que aluden al narcotráfico.
El juicio expone mecanismos de financiamiento ilícito en sectores del entretenimiento. Según la Fiscalía, Pérez Alvear usó conciertos de artistas como Ortiz para mover capital de cárteles, aprovechando la popularidad de los corridos en México y EE. UU.
El Departamento de Justicia estadounidense enfatizó que investigará a quienes “ignoren advertencias sobre colaboración con sancionados”. Al momento, Del Villar enfrenta cargos que podrían derivar en una condena superior a 20 años.