La economía mundial podría registrar en 2025 un crecimiento de apenas 2,3 %, lo que representaría una desaceleración de medio punto porcentual respecto al promedio anual de 2,8 % observado en los dos últimos años, advirtió este miércoles la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
La agencia internacional señaló que un crecimiento inferior al 2,5 % constituye un umbral técnico para considerar que la economía global entra en fase recesiva. De confirmarse dicha previsión, implicaría una ralentización significativa frente al desempeño registrado antes de la pandemia de COVID-19, que ya se consideraba moderado.
UNCTAD indicó que este escenario obedece a un conjunto de factores adversos, entre los que destacan el aumento de la incertidumbre geopolítica, la volatilidad financiera y las restricciones comerciales.
“Sacudidas en las políticas comerciales, volatilidad financiera y un aumento de la incertidumbre podrían seguir debilitando las perspectivas globales,” precisó el informe.
La agencia de Naciones Unidas manifestó su preocupación por los niveles de incertidumbre política actuales, a los que calificó como —los mayores vistos en este siglo—, incluso por encima de los registrados durante el inicio de la pandemia en 2020.
Asimismo, advirtió que la imposición de medidas comerciales restrictivas y el deterioro de las relaciones geoeconómicas podrían interrumpir gravemente las cadenas de producción internacionales y los flujos comerciales, lo cual arrastraría a la baja la actividad económica mundial.
Estados Unidos y Canadá: fuerte debilitamiento económico
El informe prevé una disminución drástica en el crecimiento económico de Estados Unidos, que pasaría del 2,8 % en 2024 al 1 % en 2025, es decir, una caída de 1,8 puntos porcentuales. UNCTAD destacó que el contexto económico en ese país ha cambiado de forma abrupta.
“El optimismo a comienzos de 2025 por una posible expansión dinámica de la economía en EE. UU., impulsada por recortes en impuestos corporativos, desregulaciones y una flexibilización monetaria, ahora se ve atenuado por los cambios abruptos en las políticas comerciales y migratorias, que ya están generando importantes impactos negativos en la oferta,” señaló la agencia.
Añadió que la reciente aplicación de aranceles ha incrementado el riesgo de un periodo de estanflación hacia finales del año, y que el consumo privado y la inversión —ambos motores de la economía estadounidense— comenzaron a debilitarse desde el último trimestre de 2024. Esta tendencia, indicó, se verá agravada por las nuevas políticas comerciales, las cuales podrían alterar múltiples cadenas de suministro a nivel regional y global.
En el caso de Canadá, UNCTAD anticipó una desaceleración del crecimiento económico de ocho décimas, al pasar del 1,5 % en 2024 al 0,7 % en 2025. Manifestó que la alta dependencia canadiense del comercio exterior la hace especialmente vulnerable al actual contexto internacional.
“Canadá va camino de experimentar una desaceleración significativa, dado su alto grado de dependencia del sector exterior,” afirmó.
China: crecimiento más moderado, pero resiliente
Respecto a China, la segunda economía más grande del mundo, el organismo prevé un crecimiento del 4,4 % en 2025, seis décimas por debajo del 5 % registrado en el año anterior. Esta desaceleración, apuntó, está vinculada principalmente a las tensiones arancelarias con Estados Unidos.
No obstante, el informe reconoció que el país asiático mantiene una base económica sólida.
“A pesar del impacto negativo de los aranceles, el crecimiento económico de China sigue siendo resiliente y con un fuerte potencial,” añadió.
También mencionó que China continuará diversificando sus socios comerciales como estrategia ante el entorno adverso.
Unión Europea: recuperación marginal bajo condiciones adversas
En el caso de la Unión Europea, UNCTAD estima un crecimiento económico de 1 % para 2025, una décima más que en 2024. Aunque se trataría de una mejora marginal, el informe advirtió que las economías del bloque enfrentan múltiples riesgos.
Indicó que el sector industrial de la eurozona —afectado por la competencia internacional y los altos precios de la energía— podría ser particularmente vulnerable ante la imposición de nuevos aranceles y el deterioro del comercio global.
“Es poco probable que la demanda interna se recupere,” advirtió.
En cuanto a Alemania, la mayor economía del continente, el organismo proyectó una salida técnica de la recesión que experimentó en 2023 y 2024, con un crecimiento estimado de apenas 0,2 % para 2025. En los dos años anteriores, el Producto Interno Bruto alemán cayó 0,3 % y 0,2 %, respectivamente.
Panorama general: riesgos prolongados y frágil recuperación
UNCTAD concluyó que la economía mundial enfrenta una fase de elevada fragilidad estructural, con perspectivas limitadas de recuperación sostenida mientras persistan los factores de riesgo actuales.
“El crecimiento global no solo será más lento, sino también más desigual y vulnerable a nuevas crisis,” advirtió el organismo,
Asimismo, subrayó la necesidad de fomentar una mayor cooperación internacional para mitigar los efectos de la confrontación económica y restaurar la confianza en los mercados.
Con información de EFE
